¿Quién es Al Gore? Una verdad incómoda...

El ex vicepresidente de Bill Clinton se muestra como el representante de las Energías Alternativas, dirigió un documental apocalíptico sobre el futuro ambiental y viaja por el mundo dando lecciones ecologistas. Pero su pasado (y presente) lo condenan. Se supo que desde 1973 su familia es dueña de un complejo minero en Carthage (Tennessee) que ya emitió millones de kilos de vertidos tóxicos al aire y el agua. En la actualidad recibe 500.000 dólares en concepto de arrendamiento de sus derechos de explotación.
¿Habrá recapacitado y hoy se subió a la onda verde? En realidad hay algo de verde en viajar por el mundo celebrando el incentivo a la producción de biodiesel y las energias alternativas: en el 2003 fundó la Generation Investment Management PLC, compañía que negocia bonos de carbono (el Protocolo de Kyoto estableció un mecanismo en el que aquellas empresas que certifiquen que han bajado sus emisiones de dióxido de carbono, puedan vender estas reducciones a las compañías del primer mundo que no estén dispuestas a implementar cambios tecnológicos o a bajar sus niveles de producción para contaminar menos. Esto lo convierte en el principal beneficiario de la “descotaminación” ambiental. Verde, no?
Pero sin lugar a dudas, la carga más pesada de Gore es la que lo relaciona con el genocidio de miles de africanos cuando, en 1999, siendo vicepresidente, negó la venta de remedios genéricos de VIH/sida a bajo costo a la población de Sudáfrica.
Según voceros de AIDSDA (Fármacos Contra el Sida para África), en 1998 y 1999 el "Gordo" Gore (como se lo apoda) amenazó al vicepresidente (y ahora presidente) sudafricano Thabo Mbeki con que EEUU le retiraría toda ayuda económica, a menos que Sudáfrica abandonara sus planes de fabricar e importar drogas genéricas más baratas para el tratamiento del VIH/sida. Nada sorprendente, si conocemos otro dato: Al Gore elogio el libro de Paul y Anne Ehrlich, “The Population Explosion” (NY, 1990), en el que se afirmaba que “el sida es sólo la última de numerosas enfermedades pandémicas consecuencia de la sobrepoblación”, sugiriendo que se tomen medidas de reducción poblacional en los países más pobres del mundo.
Pero volviendo a las energías alternativas, se supo que el consumo eléctrico de la residencia de la familia Gore en Nashville (Tennessee) supera 30 veces el gasto medio de las familias americanas. Qué incómodo, no?